Discusión tributaria con adrenalina

Andrés Sanfuentes

La forma como se inició el trámite del proyecto de ley tributario no ha sido favorable, observando las pasiones desatadas, más propias de un clásico de fútbol.

Gobierno y oposición parecen olvidar la génesis de la iniciativa, surgida del consenso de que la norma vigente había que modificarla, a pesar de que surgió de un acuerdo entre la derecha y la Nueva Mayoría después de la recordada “cocina” para salir de las discrepancias.

En estas primeras semanas no ha primado la serenidad, incluso entre los grandes empresarios, que debaten entre la estabilidad económico–social de largo plazo, y la codicia que prima en algunos que siempre consideran que los estímulos son insuficientes.

Las modificaciones tributarias son complejas y se necesita tiempo suficiente para meditar los cambios y debatirlos sin demasiada pasión. Por lo tanto, el proceso parlamentario debiera demorar para que las normas tengan la vigencia que necesita la estabilidad del país.

Se pueden enumerar los temas centrales que estarán en el debate, más allá de las incitaciones demagógicas del gobierno, clamando que los grandes favorecidos son las PYME, lo que asegura el crecimiento y el empleo; o de la oposición, denunciando que los privilegiados son los más ricos y la propuesta está desfinanciada.

Volver a la integración del sistema o mantener el semi integrado. Una mayoría de los especialistas estarían por el primero.

Quiénes son los favorecidos examinando la equidad; ricos o pobres; empresas o grandes contribuyentes.

¿Se recaudaría más o menos que con el sistema actual y sus proyecciones? Con cifras de 2019 o en régimen.

Hasta dónde el proyecto es pro inversión, o bien no es un aspecto central, por qué la rentabilidad de la inversión depende de otros factores y en menor medida del sistema tributario, a pesar del estímulo que representa la depreciación instantánea.

El debilitamiento de las normas antievasión y antielusión es otro tema importante en el debate.

Los beneficios a los extranjeros hoy y en el futuro. Efectividad de la repatriación de capitales.

La magnitud de la recaudación de la boleta electrónica también se cuestiona.

Los tributos a los favorecidos con renta presunta, en especial en minería, agricultura y transporte, no presentan un avance significativo en el proyecto, como tampoco los tributos a las ganancias de capital que permiten reducir la carga.

El régimen tributario que se establecería para terminar con el actual FUT será otro aspecto debatible, ya que ha sido uno de los principales mecanismos para reducir los tributos en forma cuestionable.

La creación del Defensor del Contribuyente ha tenido amplia aceptación y deberán establecerse sus características.

La identificación de los eventuales favorecidos con la exención del IVA a las compras de vivienda desde UF 2.000 a UF 4.000, así como la recuperación del IVA desde seis a dos meses, son estímulos que habrá que calibrar con precisión.

En el aspecto en que hay relativo acuerdo es que el sistema tributario requiere de estabilidad y no puede estar sujeto a cambios continuos. Como los temas enumerados son complejos y difíciles, el debate parlamentario debiera llevar algún tiempo y alcanzar el mayor grado de acuerdo.